Lloro a menudo, casi siempre a solas, culpándome de lo que me sale mal. Soy así, aunque intento cambiarlo.
Estoy intentando quererme más y mejor. Unos días lo que veo en el espejo me satisface (que no me encanta) y otros me hace sentir tremendamente mal. No soy y no he sido nunca una mujer con un físico normativo; probablemente nunca lo sea. Me acomplejan partes de mi cuerpo.Las palabras son importantes y lo que nos decimos a nosotras mismas construye la base de la relación que establecemos con ese yo íntimo y consciente.
Soy una mujer fuerte; lo he sido durante toda mi vida. Soy impulsiva. Soy un ser que ama. Soy muchas cosas malas y un puñado de buenas en las que me centro mientras intento corregir aquellas que pueda cambiar para ser más feliz. Pero, sobre todo, como tú que lees esto, también soy débil, también me duelo, también merezco ser amada, también aprecio el detalle, el abrazo, el regalo, también aspiro a recibir el mismo cariño que invierto en los demás.
Seamos amables, empáticos y complacientes con todo el mundo, incluso con vosotros mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario