No es necesario mostrar la belleza a los ciegos, ni decir verdades a
los sordos... Pero nunca mientas para quienes te escuchan, ni
decepciones a los ojos que te admiran. Borra con una sonrisa toda la
tristeza que te invade, así no darás a los que te odian la alegría de
verte llorar... pero darás a los que te aman, la alegría de verte
sonreír .
No muevas montañas por personas que ni siquiera moverían una piedra por ti.
viernes, 9 de agosto de 2013
miércoles, 7 de agosto de 2013
Esquela:
† Vuelve a chutarte otra buena dosis de eso que te coloca. ¿ Qué era ?
¿Speed, cocaína? ¿Heroína, éxtasis? ¿Tripis, cristal?¿Hachís, maría
quizás?
Todo eso, tuyo. Todos esos venenos mortales, para ti.
Vuelve a inyectarte mil cosas en vena, que a mi ya no me inyectas ni el aire que respiro.
Vuelve a respirar por un sólo orificio de la nariz esas micropartículas blanquecinas encima de cualquier mesa o encimera, que mi perfume no volverás a esnifarlo jamás.
Aléjate de mi cuello, ya no es un punto débil de mi cuerpo que TÚ puedas activar. Ya no me haces vibrar.
Vuelve a mendigar por aquellas callejuelas buscando una pequeña porción de virutas verdecinas que te quiten la ansiedad.
¿Y el mono de mi? Ya no lo sentirás nunca. Habrá sido reemplazado por la necesidad de alguna de esas sustancias.
¿Qué precio estás dispuesto a pagar? Olvida mis besos y nuestros cuerpos entremezclados.
Olvida mi voz ronca a altas horas de la madrugada, susurrándote, rogándote que aflojes un poco el brazo con que rodeas mi cintura, que quiero mantener mis costillas.
¿Ojos llorosos al verme después de mucho tiempo? Eso ya nunca más.
Ahora tus ojos se tornarán rojizos y llorosos a causa de ...
A causa de ...
¿ Sabes qué ?
No quiero ni conocer la causa. » Me basta con saber que ...
... la próxima vez que vayas en busca de alguna de esas ilegales y suicidas sustancias, entregarás a modo de pago mi corazón en un cofre.
Gracias. «
Todo eso, tuyo. Todos esos venenos mortales, para ti.
Vuelve a inyectarte mil cosas en vena, que a mi ya no me inyectas ni el aire que respiro.
Vuelve a respirar por un sólo orificio de la nariz esas micropartículas blanquecinas encima de cualquier mesa o encimera, que mi perfume no volverás a esnifarlo jamás.
Aléjate de mi cuello, ya no es un punto débil de mi cuerpo que TÚ puedas activar. Ya no me haces vibrar.
Vuelve a mendigar por aquellas callejuelas buscando una pequeña porción de virutas verdecinas que te quiten la ansiedad.
¿Y el mono de mi? Ya no lo sentirás nunca. Habrá sido reemplazado por la necesidad de alguna de esas sustancias.
¿Qué precio estás dispuesto a pagar? Olvida mis besos y nuestros cuerpos entremezclados.
Olvida mi voz ronca a altas horas de la madrugada, susurrándote, rogándote que aflojes un poco el brazo con que rodeas mi cintura, que quiero mantener mis costillas.
¿Ojos llorosos al verme después de mucho tiempo? Eso ya nunca más.
Ahora tus ojos se tornarán rojizos y llorosos a causa de ...
A causa de ...
¿ Sabes qué ?
No quiero ni conocer la causa. » Me basta con saber que ...
... la próxima vez que vayas en busca de alguna de esas ilegales y suicidas sustancias, entregarás a modo de pago mi corazón en un cofre.
Gracias. «
jueves, 1 de agosto de 2013
Y que suene con sentido
Una inventa siempre
historias cuando está enamorada. Inventa rivales, hombres, mujeres. Inventa complots,
inventa besos robados, accidentes de avión, silencios culpables, teléfonos que
no suenan, inventa trenes que se han perdido, correos extraviados, una nunca
está tranquila. Como si l felicidad estuviese prohibida para los enamorados…
como si esa felicidad no existiera más que en los libros, los cuentos de hadas
o en las revistas. Pero no en la realidad. O si no, de una forma tan fugaz que
resbala como el agua entre los dedos de una mano extrañada de no poder atrapar
nada.
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