Como decía el gran poeta Charles Baudelaire:

 Una gran sonrisas es un bello rostro de gigante.

Lo publiqué un día cómo hoy hace tres años...

¡SE ACABÓ!

Se acabó eso de complicarme la vida, de comerme la cabeza, de vivir pendiente de los demás, de dejar mi tranquilidad en manos de otras personas.
Se acabaron los nervios, la ansiedad, el mirar cada dos segundos el móvil, de pasar fines de semanas amargada.
Se acabó de depender de otras personas para ser feliz, para sentirme plena, se acabó eso de estar perfecta las 24h del día, se acabó eso de no cabrearse, se acabó eso de estar siempre bien, se acabó eso de ser madura, se acabó eso de ser adulta, de ser perfecta.
Se acabaron las prisas, se acabaron los miedos, se acabaron los “no tengo tiempo para un desperado”, se acabaron los “tengo que ahorrar”
Se acabó eso de no me tatuo en tal lado porque no me darán ese trabajo, se acabó eso de no me hago ese piercing porque en casa no está permitido, se acabó eso de no voy a tal casting porque estoy trabajando/estudiando, se acabó eso de voy a estudiar y si tengo tiempo actuaré, se acabó eso de no fumar, de dejar de beber, de dejar de salir.
Se acabó de seguir las normas, de ser cómo los demás, se acabó la rabia, de llorar por todo, de ser una sensiblera, de la impotencia, de vivir en el pasado.
A partir de YA, voy hacer lo que me apetezca en el momento en el que me apetezca y con quien me apetezca.
Voy a empezar a tomarme en serio el dicho de: si tienes un problema y tiene solución, no te preocupes, se solucionará y si tienes un problema y no tiene solución, no te preocupes, no se va a solucionar.
No voy a seguir siendo una esclava del móvil, va a estar en silencio la mayor parte del tiempo y los fines de semana voy a vivirlos como si fueran los últimos de mi vida; si salgo y cojo un ciego que ni veo pues lo cogí.
No pienso estar pendiente de mi aspecto, si me apetece salir en chándal lo haré, si no me apetece maquillarme no lo haré, si tengo un casting o una entrevista de trabajo iré con la cara lavada, quien me quiera a su lado que me quiera por lo que soy y no por lo que aparento.
No voy a ser racional ni madura, ¡JODER! que tengo 20 años no 40.
Voy a disfrutar de cada cosa que haga, voy a disfrutar del sonido del despertador, del desayuno, de lavar los platos, de mi carrera diaria, de mis horas de estudio… si no me da tiempo de hacerlo todo y de llevarlo todo por delante pues no lo hago, el día tiene 24h y donde llegue, llegué.
Voy ir a ver a mis niños todo lo que quiera, voy a tatuarme donde quiera y lo que quiera, voy a dormir y a comer cuando mi cuerpo me lo pida
Voy a dedicarme de lleno al arte: voy a leer, a visitar museos, a ver obras de teatro, hacer obras de teatros y musicales.
Si mañana tengo un examen importantísimo pero esta tarde un casting, iré.
La prioridad en mi vida voy a ser YO, YO, YO y luego YO.
Y creo, que al fin realmente, voy a ser plenamente feliz.

...Y lo peor de todo es que no cumplí nada

♦

“- ¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo?
- ¿Color rojo? querrá decir negro.
- No, se puede tener un dia negro porque una se engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué.”

FRENAR "ENERO"

Alguien que sepa frenar enero, 
alguien que sepa que viene fuerte. 

Él llega demandándome mantas 
entrelazándose entre las piernas 
de la gente que amando se calma. 

Y es que aún voy subiendo la calle, 
hay personas que al verme me paran. 

Llego tarde a la cita esta vez 
cuando llegue no sé cómo haré, 
para no parecerte muy rara. 

Mi niño mimado, mi amante paciente, 
no entiendes de vagos por más que lo intente 
y te haga siluetas de papel, no te quiero convencer. 

Que yo quiero encontrarme en tus ojos, 
que me ganes y puedas perderme, 
que me queden algunos antojos 
y me dejes sabor al pensarte. 

Y me crezca pintándote en rojo, 
que me hables de vida y presienta... 
que nací pa' vivirla contigo. 

Que me toques la cara y me muera 
cada vez que te arañe el destino. 

Alguien que sepa frenar enero, 
alguien que sepa que viene fuerte. 

Que me cuente lo que yo no sé 
y me deje mi tiempo después 
para así abrazarte sin verte. 

Mi niño mimado, mi amante paciente, 
no entiendes de vagos por más que lo intente 
y te haga siluetas de papel, no te quiero convencer. 

Que yo quiero encontrarme en tus ojos, 
que me ganes y puedas perderme, 
que me queden algunos antojos 
y me dejes sabor al pensarte. 

Y me crezca pintándote en rojo, 
que me hables de vida y presienta... 
que nací pa' vivirla contigo. 

Que me toques la cara y me muera 
cada vez que te arañe el destino. 

Que yo quiero encontrarme en tus ojos, 
que me ganes y puedas perderme...