Salvo pequeños detalles sin mayor importancia que cambian de
repente, las cosas seguirán igual mañana, igual que ayer…
Tarde o temprano una se da cuenta de que nada va a cambiar:
las mismas cosas, las mismas calles, la misma gente, el mismo tráfico, el mismo
ritmo, la misma basura… los días que empiezan a la hora que terminan mis
clases, la misma cantinela y con la sensación intermitente de estar fuera de
lugar. No puedo avanzar en un sitio que no avanza, en un sitio donde la
monotonía te aplasta y te duele, donde nunca pasa nada nuevo, ni una sorpresa…
No os imagináis que seguramente sea la última vez que me leéis
en mucho tiempo… ¿me pregunto si me
echareis de menos?
A la Consuelo que empezó a escribir hace unos años se le
habría partido el corazón dejar este blog en el que tantos momentos a
compartido y en el que tantas veces se ha desahogado… Hoy late al mismo compás
que últimamente, lento, al ritmo de estas calles, donde todo seguirá igual, de
todas formas si algo pasase nadie se enteraría.
Hasta siempre, vuestra Princesita52.