domingo, 26 de enero de 2014

Nunca un adiós, Siempre un hasta la siempre.



Salvo pequeños detalles sin mayor importancia que cambian de repente, las cosas seguirán igual mañana, igual que ayer…


Tarde o temprano una se da cuenta de que nada va a cambiar: las mismas cosas, las mismas calles, la misma gente, el mismo tráfico, el mismo ritmo, la misma basura… los días que empiezan a la hora que terminan mis clases, la misma cantinela y con la sensación intermitente de estar fuera de lugar. No puedo avanzar en un sitio que no avanza, en un sitio donde la monotonía te aplasta y te duele, donde nunca pasa nada nuevo, ni una sorpresa…


No os imagináis que seguramente sea la última vez que me leéis en mucho tiempo… ¿me pregunto si  me echareis de menos?


A la Consuelo que empezó a escribir hace unos años se le habría partido el corazón dejar este blog en el que tantos momentos a compartido y en el que tantas veces se ha desahogado… Hoy late al mismo compás que últimamente, lento, al ritmo de estas calles, donde todo seguirá igual, de todas formas si algo pasase nadie se enteraría.


Hasta siempre, vuestra Princesita52.


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