domingo, 5 de mayo de 2013



Mi amigo Descartes me trae por la calle de la amargura, pero es bueno para reflexionar:

Todos necesitamos creer en algo, sentir confianza, saber que es posible darlo todo por un proyecto, una empresa, un hombre, una mujer. Entonces nos sentimos fuertes. Hinchamos el pecho y desafiamos al mundo.

Pero si dudamos…

Si dudamos, sentimos miedo. Vacilamos, nos tambaleamos, tropezamos.
Si dudamos, ya no sabemos nada. Ya no estamos seguros de nada.

Y de pronto…

De pronto hay cosas que se vuelven urgentes cuando no deberían serlo.
Pregunta que nunca nos haríamos y nos las hacemos.
Preguntas que, de pronto, agitan los cimientos de nuestra existencia.

No hay comentarios: