Conocí a un hombre. Creía que le importaba, que le gustaba. Y
me he equivocado. Ése es mi problema, ¿sabéis?, siempre confío demasiado en la
gente. Nos besamos una noche, un autentico beso de pasión, y vivimos… unos días
de locura. No decíamos apenas nada, pero nos comíamos con los ojos. Qué
hermoso, qué fuerte, qué violento, qué dulce… Y después no se qué ocurrió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario